Se preguntó: "¿Por qué sacar de la sala y llevar a la calle?" Nosotros explicamos: porque hoy los niños todavía sufren en las ciudades, sofocadas con poco espacio y muchos golosinas hermosas. Los adultos hacen su mejor pero también son juzgados como villanos, omisos y negligentes. Claves y más pantallas están en todas partes, las aplicaciones hacen del smartphone el nuevo campeón de audición. (¡Nada en contra¡Amamos tecnologia¿Imagina lo que sería de la gente sin las cafeteras eléctricas y los gifs?), pero los números de obesidad, diabetes y sedentarismo asustan a todos.

Aro no quiere hablar sólo con los "convertidos", sólo con quien ya es ciclista o ama la bicicleta. También queremos traer cerca de la bicicleta (y de todo lo que trae de bueno) quien todavía no cree en la bicicleta. Incluso aquellos que no dan ninguna garantía de que van a gustar de la bicicleta en el futuro: los niños. Desde el primer día, del primer Pedala Zezinho en 2011 junto a Casa do Zezinho en el Capão Redondo, los niños ya hacían cola dos horas antes del Aro llegar. Aprendemos que la bicicleta puede ser una (óptima) excusa para que las personas se conecten unas con las otras y con la comunidad en general. Una bici sigue siendo irresistible a los ojos de un niño. Una máquina capaz de llevarla de vuelta para el futuro. ¡Venga con nosotros!